
Pablito
n a c o
jó, cómo le echo de menos...
HAZ TU CAMINO Y SI ALGUNA VEZ TE ENCUENTRAS ENTRE LA MAYORÍA, REFLEXIONA. M.TWAIN

Como todos los últimos viernes de cada mes a las 19:30 nos reunimos unos colegas en la plaza San Francisco para dar -lo que se suponia iba a ser- un tranquilo paseo en bicicleta, para terminar en la Asociacion de Vecinos Puente de Santiago. Tras esperar unos 20 minutos para que llegara todo el mundo nos pusimos en marcha. En esta ocasión era una Masa que apenas era crítica ya que no alcanzabamos ni la treintena, a pesar del buen tiempo. Nada más empezar la marcha un coche de la policía nacional, que previamente había dado un rodeo donde estábamos esperando, empezó a seguirnos con las luces apagadas (como si no fueramos a darnos cuenta). Esto tampoco nos llamó la atención porque otras veces ya había ocurrido e incluso viene bien, porque los conductores se controlan más cuando está la poli. Todo transcurría normalmente hasta que al llegar a la plaza Roma vimos que otros dos coches de policía con toda la parafernalia encendida nos estaban esperando. Cuando llegamos a su altura nos obligaron a desmontar y a pasar a la acera. No tardó en llegar un coche de policía más. En total, 4 coches y diez policias nacionales que en seguida nos rodearon y nos pidieron la identificación. Allí estuvimos unos 15 minutos mientras apuntaban los nombres de todos en una libreta (no se les veía muy duchos en el arte de la escritura, de ahí que nos tuvieran un cuarto de hora para apuntar menos de 30 nombres). Tras preguntar a que se debía esto y no obtener más contestación que "ya sabéis de que va esto" nos devolvieron los carnetos y pudimos continuar nuestro paseo con un amargo sabor de boca. A pesar de dicho intento de intimidación, nadie abandonó la Masa Crítica. Al llegar a la Asociacion de Vecinos estuvimos comentando el suceso, disfrutando de un estupendo, generoso y delicioso ágape y de la comprensión e indignación de todos.
Reflexiones
yo voy a ser el rey león y tu lo vas a ver
pues sin pelo en ese cabezón un rey no puedes ser
el tío de simba
el hermano de mufasa
coño, el malo

Dicen que cien monos escribiendo en cien máquinas de escribir durante cien años tal vez diesen con una historia decente, pero ahora ya no es necesario esclavizar a los pobres simios. Gracias a una fascinante herramienta incluida en http://probar.blogspot.com/, podremos crear en menos de un segundo el argumento básico (con portada y todo) de nuestra próxima novela. Incluso nos pondrán el titulo, para que no tengamos que gastar ni una de esas neuronas que tanto necesitamos para... bueno, eso, pasad por el sitio, a ver qué os parece. Yo, como escritor, ya estoy temblando. Y Dan Brown, ni te cuento.
E.C.

Charles Plumb, era piloto de un bombardero norteamericano en la guerra de Vietnam. Lo normal. Después de muchas misiones de combate su avión fue derribado por un misil. Claro. Plumb se lanzó en paracaídas, fue capturado y pasó seis años en una prisión norvietnamita. Seis. A su regreso a Estados Unidos comenzó a dar conferencias en las que relataba sus experiencias en prisión y lo que éstas le habían enseñado.
Imaginaba a su salvador: cómo enrollaba los hilos de seda de los paracaídas durante horas, día tras día, en las entrañas de un barco demasiado grande para el ego de un piloto. En las manos de aquel hombre, las vidas de tantos otros que no conocía y que no reparaban en cuánto le necesitaban.