16 abril 2007

Autobombo

Panel situado en la madrileña calle de Raimundo Fernández Villaverde
Detalle del mismo

E.C.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

un sitio 'ideal' para encontrar es te mensaje


...como éste otro...
http://www.larazon.es/noticias/noti_cul2035.htm

enhorabuena!


n a c o

Anónimo dijo...

Madre mia, que observador eres. A mi seguro que se me hubiera pasado. Tienes una buena y muy útil cualidad (no digo que no tengas otras ja, ja).

El artículo es muy bueno, y la foto también. Enhohabuena. Veo que has empezado con buen pie.

Un beso. Marian.

Anónimo dijo...

Sí que inspiras...aunque yo prefiero respirarte y que me respires...

Anónimo dijo...

Jejejeje. Marian, ¿qué sería de mí sin mi gente? Naco me llamó a primera hora del viernes para anunciarme en primicia la publicación de una entrevista en 20minutos, y hoy Marta me da la noticia de la Razón a primera hora de la mañana. ¿Qué sería de mí? En realidad, es fácil responder a eso. No sería nada o, pero aún, sería un cúmulo de tristeza y melancolía sin objetivo definido. Por cierto, Marian, me encanta ver que te animas a frecuentar estos lugares.

En cuanto al comentario de anónimo... Se habrá equivocado de E.C.? Oiga, está usted seguro/a de lo que afirma? Tendremos que hablarlo en persona. Insisto.

E.C.

Anónimo dijo...

Lo bueno es que te das cuenta de los amigos tan fantásticos que tienes. Supongo que no sirve de nada un buen trabajo, una buena casa, si no tienes a nadie con quien criticar al jefe (es una sugerencia ja, ja) o nadie a quien invitar a comer a tu casa.

Hay que saber valorar lo que se tiene, y parece que tú lo haces.

Estás perddido por el messenger. A ver cuando te conestas y podemos hablar.

Un beso. Marian.

Eva dijo...

Enhorabuena E.C. A seguir así.

Anónimo dijo...

Estimado E.C.:

Esta mañana me ha ocurrido una cosa muy curiosa. En la gasolinera donde he parado ha repostar he encontrado —segunda estantería, según se mira— varios ejemplares de una nueva novela de la que, hasta hoy, no había tenido noticias. “La Torre” se llama. Lo mismo la conoces. He leído la portada, la contraportada y la sinopsis con curiosidad, como suelo hacer habitualmente. Me han parecido muy llamativas. Muy interesantes. Cuando he llegado a la oficina, he entrado en el website que aparecía en la contra del libro y desde ahí he venido a parar a este blog.

Y lo que he visto hasta ahora me gusta. Y mucho.

Puede que todo esto que te cuento te resulte un autentico coñazo. Puede. Pero, en mi caso particular, a mí si me gusta conocer cómo mis lectores han llegado a serlo. Cual ha sido esa chispa, ese efecto mariposa que provoca el que alguien se haga con algún ejemplar de tus libros. Y presupongo que, como autor, a ti también te gusta conocer ese dato. Por eso te lo cuento.

Por lo poco que he podido leer en este blog me da la impresión de que tenemos muchas cosas en común. Sorprendentemente, más de las que yo me esperaba. Esta misma tarde, al salir de la oficina, me haré con un ejemplar de tu novela. Puedes contar desde ya mismo con un nuevo lector.

Por lo que he podido leer, pululas por Madrid. Quizá, algún día, surja la oportunidad de conocernos. Te aseguro que me encantaría la experiencia. Llámalo gilipollez pero te aseguro que siento una especie de conexión particular contigo. De esas cosas raras que reconoces en cuanto las sientes. Como cuando alguien te cae bien a un primer vistazo. Misterios inexplicables. Como lo del Windsord.

Lo dicho. Mi más sincera enhorabuena por tu novela. Te deseo la mejor de las suertes con ella. Y dale duro. Esto de la tecla es jodido. Que te voy a contar que no sepas.

Un cordial saludo,
Pedro de Paz
http://www.pedrodepaz.com

Anónimo dijo...

Marian, tienes toda la razón. Decía Kafka que no hay nada mejor que dar un paseo en soledad si al final acabas llamando a la puerta de un amigo.

Sirenita, sirenita... la de fantasías que evoca tu nombre...

Don Pedro! Me da usted una doble alegría. En primer lugar, por su presencia en estos lares. En segundo, por confirmarme que el libro está ya disponible en gasolineras. Temía que algún émulo de Bukowski, acostumbrado a hacer parada y fonda a bajo alquiler en los baños de las mismas, no pudiera disponer de La Torre. Eso de la gilipollez olvídelo, porque es esa misma conexión irracional la que me unió al principio con los demás miembros de este blog y ahora me acerca a diario a los asiduos visitantes (y visi-tantas, tantas visitantas...). Le agradezco a usted sus palabras, le deseo una lectura agradable, le felicito por su excelente página web (http://www.pedrodepaz.com) y le hago partícipe de que su libro "Muñecas de cristal" ha sido incoporado en puesto de honor a mi lista de lecturas urgentes. En breve le enviaré un mail, si usted me lo permite. Un fuerte abrazo!

E.C.

Anónimo dijo...

Por supuesto, estimado Enrique, que puedes enviarme un mail cuando lo estímes oportuno.

Y, por favor... Tutéame. Tampoco es tanta la diferencia de edad. Creo.

Un cordial saludo,
Pedro de Paz